El Festival de Narrativa y Poesía, Ojo en la tinta, es un evento literario independiente que se realiza en la ciudad de Bogotá, Colombia, desde el año 2009. Este busca encontrar y difundir nuevas voces en la literatura colombiana y latinoamericana. El festival es organizado por el Colectivo Literario La Raíz Invertida.

domingo, 28 de agosto de 2011

RAÍCES DEL VIENTO: Cinco poetas jóvenes colombianos


El colectivo literario
La raíz invertida

Invita al lanzamiento del libro:

Raíces del viento
Cinco poetas jóvenes colombianos

Jorge Valbuena - Jenny Bernal - Hellman Pardo - Leidy Bibiana Bernal - Henry Alexander Gómez 

Presentación a cargo de Federico Díaz-Granados y Julio César Arciniegas


Jueves 1 de septiembre de 2011, 6:30 p.m.

BIBLIOTECA DE LOS FUNDADORES DEL GIMNASIO MODERNO
CARRERA 9 NO.74-99
Bogotá, Colombia

Copa de vino

Entrada libre

“Como testimonio impreso o encuentro con lo nuevo y difícil, esta antología de poetas herederos y representantes de los jóvenes aires de las letras nacionales, integra la reproducción, el devenir de la experiencia poética al interrogar en sus intentos y aciertos que deberá dar reconocimiento al lector. Nos encontramos en la presencia de las revelaciones de nuestra diversidad y los inequívocos síntomas de la buena salud por la que pasan las nuevas generaciones”

Julio César Arciniegas


Arquitectura de viento

a la intemperie
siempre a contraluz

          he convertido tus muros en  ocasos
     los amaneceres son tus puertas
las ventanas sordas de la brisa

sólo el tiempo mantiene en el silencio
               la tempestad de su  reloj de arena
sólo la luz busca su orilla
           en el centro del fuego

espero desde el fondo
                     siempre a la intemperie
          en este desierto vacío donde habitas
los espejismos de un recuerdo derrumbándose


Jorge Valbuena (Facatativá, 1985)




Alquimia de un hombre

Un buen día le observas
despojándose de quien se cree es
meditabundo en su mirada de miedo
con ese aliento apagado que produce el vacío
reviviendo cadáveres;
con un credo por camino
y las grietas de sus manos
desviándose entre llagas
que tímidamente bordean su corazón.
Va  conservando su sombra
bebiendo sonrisas.
Amando
porque no hay otra forma
de conducir la lava
hacia esas tierras errabundas
y evocar del aire
el soplo
que espanta la muerte.


Jenny Bernal (Bogotá, 1987)





Entrega (fragmento)

Salvo tus orillas
cruzo tu vientre
                                   traspaso la grieta de tu piel dormida
y soy otoño árido entre tus manos.

Mírame con tus costas donde perderme es una certeza,
mírame con el latido de tus párpados.

La noche se extiende como crótalo
                                                                  por tus muslos de ciudades despobladas    
en este territorio que nos anida
                                                           a un paso de la distancia
a una distancia de nuestros cuerpos
cuerpos de ayer que son ahora
cuerpos de ahora que son actos. 

Soy corriente súbita en tu oído 
tu boca es herida intacta para mi boca
boca sonámbula que advierte tu boca
lengua decidida que predice tus súplicas.

Hay urgencia en este rostro
que te nombra
premura de franquear tus límites inesperados
el frío serpea por tu ombligo
el aire, indeciso, tantea tu abdomen

   Soy frío
soy aire
para toda tu zozobra ...


Hellman Pardo (Bogotá, 1978)





De la angustia

Desaparecer

en el canto verde
de la espera.

Desaparecer
antes de la angustia.

Desaparecer.


Leidy Bibiana Bernal (Calarcá, 1985)





Velo de noche

Vivir la lentitud
                           de la hormiga,
                           confuso
                                        en una ola de arena.
                                                  
               Entre el amor y mi sangre
               hay un silencio de pájaros,
                                    velos
                                    como mareas de hielo
                      bordados
                                       con filamentos de sal.


Alguien ha escrito mi nombre
    en
        una
               roca
                      incendiada
                    
                      con el carbón que tiñe
                                                       lentamente

                      la noche.


Henry Alexander Gómez (Bogotá, 1982) 



1 comentarios:

Unknown dijo...

Fuerza, muchachos. La poesia es un ejercicio del alma, capaz de leer lo mejor y lo peor del mundo.

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