Sábado santo, seis de abril de mil novecientos ochenta y cinco nació Fabio Andrés Delgado Micán, en el Hospital Mario Gaitán Yanguas, donde creció con el eucalipto de la finca el cajón en sus primeros años. La poesía siempre ha estado ligado a él (o a mi, como se quiera interpretar) La gran musa y que nunca lo ha dejado le leía poesía popular cuando pequeño, conoció el seminarista de los ojos negros o el duelo del mayoral.
Docente de ciencias sociales, amante al cine, a Fito Páez, Andrés Caicedo y muchas cosas mas solo quiere dar a conocer esta muestra de poesía, y como decía la biografía de Rafael Chaparro, le gusta ir a cine de tres solo, a cine de seis acompañado y a cine de nueve muy bien acompañado.
SUEÑO PERSONAL
Desvanecen medio esparcidos,
Aquellas agujas que demarcan el tiempo,
Mientras que al otro lado del cuarto,
Los gritos ahuyentan una nube de colores purpuras,
Y esta ella con sus pequeños años sentada en la mecedora,
Mirando fijamente la ventana.
Digiriendo esa manzana amarilla,
Que denota un aroma perdido y natural.
Recaen las gotas de sudor,
De aquel ser diáfano,
Considerado en cada golpeteo como el informal,
Aquel que se ha convertido en el vestigio de sus anhelos,
Mientras que susurra una melodía detractora y asesina,
Y al mismo tiempo el viento embelesa un beso prohibido.
El ángel,
Con su entrada seductora,
Se desviste suavemente,
Mientras las mujeres depositan rezos en sus alas.
Su contoneo se hace cada vez más veloz,
Y son las beatas las de la primera fila,
Imprimiendo deseos.
Irresistibles mujeres,
Mientras se dilatan sus pupilas,
Ante la imagen del asexual desnudo.
Se cercenan los creyentes,
Mientras los impíos los azotan,
Con la hegemonía de los días,
En la sorpresa de una presa,
En el banquete de los días.
Los cadáveres
Se suspenden en los resquicios de los palacios,
Mientras las vírgenes gimen como plañideras,
Un nuevo ciclo del que el común esta advertido,
Difamando opulencias inteligibles
Mientras acarician mi frente con algo de serenidad,
Para dispararme ese poco,
Ese mucho.
De irracionalidad.
Y volver a maquinar igual.
AMOR EN VANO
(Love in Vain)
Tengo un tic,
Tac,
Tic, tac.
Ese corazón profundo,
Entre los colores de la nostalgia,
Y la cerveza extasiada,
Con un bum en la cabeza
Y esa canción.
All my love´s in vain.
All my love´s in vain.
Y ella caminando descalza,
Dando de comer un poco a las palomas,
Mientras seguía cantando con la compulsión.
Tic.
Tac.
Tic, tac.
Sonaban los arboles,
Ese domingo soleado de diez de la mañana,
Ese transito desesperado,
De los niños con sus madres,
Con sus perros,
Con sus sueños,
Fracasos,
Y algo de tranquilidad
Agonizada.
All my love´s in vain.
All my love´s in vain.
Tic.
Tac.
Tic, tac.
Levante un poco,
La mirada,
Los pies,
La voluntad,
Estaba en los techos de las casas,
Mientras la veía,
Te veía,
Me veía,
Dame un beso, dime algo,
Quiero que seas mía,
Quiero verte,
Palomas,
Descalza,
Y algo de compulsión.
FABIO ANDRÉS DELGADO MICÁN.
Para los Rolling Stones. Para ti
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