El Festival de Narrativa y Poesía, Ojo en la tinta, es un evento literario independiente que se realiza en la ciudad de Bogotá, Colombia, desde el año 2009. Este busca encontrar y difundir nuevas voces en la literatura colombiana y latinoamericana. El festival es organizado por el Colectivo Literario La Raíz Invertida.

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lunes, 13 de febrero de 2012

Giovanna Chadid


Escritora y Poetisa Colombiana. Estudio Literatura y Filosofía. Con un léxico renovado y autentico, opta por una poesía dedicada al amor, la autocompasión, la crítica social, hasta el humor efervescente y provocador. Se mueve entre  poesía, novela, crónica, ensayo y micro relato.


LA TAZA DE LOS DESECHOS

El cereal flota dentro de la leche tibia que se escurre entre los labios, sus burbujas se revientan una a una, revelándose contra la tiranía juvenil y los cordones que cuelgan de los tenis de leopardo. Allí esta ella pálida, imperturbable, impune a la crueldad comiéndose la uñas medio pintadas de ansiedad.
El la acompaña con sus ilusiones de amor, de besos y de rímel, sus lágrimas negras lo conmueven pero prefiere alejarse de la habitación, de la situación con sus medias de malla y el olor a tabaco profundo que penetra la habitación. Bloody mary.  ¿Por qué te vas?  El cielo está oscuro, gris ratón que no quiere alumbrar ni parir una franja de luz tenue y fría, como tú.
El viento corre libre y se empañan los pensamientos, solo quedan las notas, el reproductor y el vacio. ¿Hay alguien allí afuera?




DE LA SOLEDAD UN JUEVES EN LA TARDE

Miro, observo, anoto, realizo, no soy yo; soy una onda espacial ilimitada de color rosa, uñas rosa, y parpados rosa. No soy una rosa tampoco, soy más bien oscura, pesimista, lúgubre; pero no encasillada aburrida o temerosa de ser yo.
Grito desde el infinito al cubo, no me gustan las cosas cuadradas y disonantes, me pierdo en la distancia de una nota, de un adagio, de una capsula de tiempo y de antibiótico contra todos los males que me aquejan, que no son muchos, pero son poderosos.  Me escondo en las páginas de un libro moderno, corrosivo, punk, no es extraño a mí; yo lo invente, yo escribí cada línea perjudicial.
Esto soy yo, una materia rosa infinita pudriéndose en el vacío.




TRES CUARTAS PARTES DE LO MISMO

Arriba, Abajo y Nada.

Arriba: un montón de maricones frustrados por los acontecimientos inertes de su estúpida vida.
Carros, casas, FX ¡yo que sé!  Son todos iguales, no leen, toman vodka mientras babean observando las caderas de alguna ardiente vecina loca, son tontos. Los zapatos les brillan en la oscuridad, brillan más que las estrellas.
Sol, luna, ineptos.

Abajo: los aturdidos, los cansados, los vagos; otra junta de mediocres de menor talante y poder, no les brilla nada; son mas opacos que el gris, nada los supera, revoltosos,  maltrechos y malhablados labran su camino en la desdicha y la pena.

Nada: no apuestan por nada, son ruines y cínicos, malvados inteligentes subversivos; ocultos entre las sombras, titilan los pensamientos vagos, viejos.
Corren con sus tenis de leopardo por entre los de arriba y los de abajo, no pertenecen, no cuadran, son un círculo perfecto entre un cuadrado.
Aquí pertenecen los desadaptados, los antisociales, los raros en inversos cartílagos de piel blanca. ¡Mierda! Ya estoy cansada de esta pantomima mal puesta en escena.
Quiero poesía, mucha poesía… no quiero nada.


martes, 28 de septiembre de 2010


2° Festival de Poesía y Narrativa: Ojo en la tinta
                                                                                                “Música para camaleones”

“Cantamos para darnos valor en la oscuridad”
JEAN COCTEAU

Programación
 
Miércoles 06 de octubre
6:00 p.m.

1º Encuentro: Universidad Central (Carrera 5 N° 21 – 38):

Conferencia: “Y rasguña las piedras” Sobre la poesía y el rock en español
a cargo de Federico Díaz Granados

Escritores invitados:
Poetas: Cesar Arriaga - Henry Alexander Gómez – Fabio Delgado – Carolina Martínez
Narradores: Jorge Osbaldo Barón –Andrea Figueroa - Sergio Rodríguez

Moderación a cargo de Jorge Valbuena


Miércoles 13 de octubre
6:00 p.m.

2º Encuentro: Librería Café-libro Luziérnaga  (Calle 70 # 10ª-25):

Conferencia: “La Ezra prohibida”  Sobre el poeta Ezra Pound y la música a cargo Cesar Arriaga

Escritores invitados:
Poetas: Leonardo Gil –  Erick Rodríguez – Alejandro Cortés
Narradores: Emma Guerrero – Marcelo del Castillo – Oscar Salamanca

Moderación a cargo de Carol Contreras


Miércoles 20 de octubre
5:00 p.m.  

3º Encuentro: Biblioteca Pública Parque  El Tunal (Calle 48B sur No. 21-13):

Conferencia:  “De crónicas marcianas” del rock progresivo a la literatura” a cargo de Henry Alexander Gómez

Escritores invitados:
Poetas: Patricia Paipa – Rodolfo Celis Serrano – Javier Moyano Rabiarte – Xavier de las Casas
Narradores: Vanessa Ruggiero – Ingrid González - Raúl Harper 



Invitado especial: Paul Brito

 

Moderación a cargo de Yolanda Araque
Presentación de la agrupación de Heavy Metal Progresivo: Altered Symetry


Miércoles 27 de octubre
5:00 p.m.  

4º Encuentro: Biblioteca Pública de Suba Francisco José de Caldas (Carrera 92 No. 146C-24):

Conferencia: “Los poetas malditos del rock” a cargo de Henry Alexander Gómez

Escritores invitados:
Poetas: Rodolfo Ramírez Soto – Francisco Joel Cruz – Jacobo Díaz - Andrés Acosta

Narradores: Carlos Gato Martínez  – Diego Ortiz

Moderación a cargo de Yomar Liliana Rodríguez
Presentación  de una agrupación de Blues invitada.


Miércoles 03 de Noviembre
6:30 p.m.

5º Encuentro y cierre: Biblioteca los Fundadores Gimnasio Moderno (Carrera 9 Nº 74 - 99):

Conferencia: Por confirmar

Escritores invitados:
Poetas: Jorge Valbuena – Hellman Pardo – Yomar Rodríguez
Narradores: Roberto Balbastro – Hamilton Linares

Moderación a cargo de Henry Alexander Gómez


martes, 17 de agosto de 2010

Convocatoria al 2° Festival de Narrativa y Poesía Ojo en la tinta‏

2° Festival de Poesía y Narrativa:
Ojo en la tinta

“Música para camaleones”

“Cantamos para darnos valor en la oscuridad”
JEAN COCTEAU
Amigos y cómplices de la palabra:


Una vez más queremos invitarlos a participar del 2° festival de nueva narrativa y poesía Bogotana Ojo en la tinta.
Ojo en la tinta espera seguir tejiendo lazos literarios entre las nuevas voces de la literatura en la ciudad, mediante un ejercicio dinámico con escuchas en los diferentes escenarios de la ciudad, por eso llevará a cabo diversos recitales y conversatorios, en aras del fortalecimiento de la literatura. Este año nuestro eje de articulación será la música, que al igual que la palabra nos sirve, a decir de Cocteau, “a dar valor a la oscuridad”; universo lóbrego en el que debe muchas veces habitar el escritor y que gracias al arte literario puede ser liberado y amado.
Para ello querido joven escritor lo invitamos a participar con un cuento corto, máximo dos páginas, o cuatro poemas, (preferiblemente textos, tanto narrativos como poéticos, que tengan alguna influencia del tema eje del festival, el cual es “la música”)
Los textos deben enviarse al correo: ojoenlatintaconvocatoria@gmail.com 
En formato Times New Roman, tamaño 12, interlineado 1.5.

Por cuestiones logísticas solo se seleccionaran un pequeño grupo de no más de 20 personas, a partir del material enviado.

La convocatoria se cierra el día miércoles 25 de Agosto.
Las personas seleccionadas serán notificadas la segunda semana de septiembre.


Cualquier inquietud favor escribir al correo: ojoenlatinta@hotmail.com

Un cordial saludo,

Comité organizador
Ojo en la tinta
Festival de Poesía y Narrativa

domingo, 18 de abril de 2010

Fabio Andrés Delgado

Sábado santo, seis de abril de mil novecientos ochenta y cinco nació Fabio Andrés Delgado Micán, en el Hospital Mario Gaitán Yanguas, donde creció con el eucalipto de la finca el cajón en sus primeros años. La poesía siempre ha estado ligado a él (o a mi, como se quiera interpretar) La gran musa y que nunca lo ha dejado le leía poesía popular cuando pequeño, conoció el seminarista de los ojos negros o el duelo del mayoral.

Docente de ciencias sociales, amante al cine, a Fito Páez, Andrés Caicedo y muchas cosas mas solo quiere dar a conocer esta muestra de poesía, y como decía la biografía de Rafael Chaparro, le gusta ir a cine de tres solo, a cine de seis acompañado y a cine de nueve muy bien acompañado.


SUEÑO PERSONAL

Desvanecen medio esparcidos,
Aquellas agujas que demarcan el tiempo,
Mientras que al otro lado del cuarto,
Los gritos ahuyentan una nube de colores purpuras,
Y esta ella con sus pequeños años sentada en la mecedora,
Mirando fijamente la ventana.
Digiriendo esa manzana amarilla,
Que denota un aroma perdido y natural.

Recaen las gotas de sudor,
De aquel ser diáfano,
Considerado en cada golpeteo como el informal,
Aquel que se ha convertido en el vestigio de sus anhelos,
Mientras que susurra una melodía detractora y asesina,

Y al mismo tiempo el viento embelesa un beso prohibido.

El ángel,
Con su entrada seductora,
Se desviste suavemente,
Mientras las mujeres depositan rezos en sus alas.

Su contoneo se hace cada vez más veloz,
Y son las beatas las de la primera fila,
Imprimiendo deseos.
Irresistibles mujeres,
Mientras se dilatan sus pupilas,
Ante la imagen del asexual desnudo.

Se cercenan los creyentes,
Mientras los impíos los azotan,
Con la hegemonía de los días,
En la sorpresa de una presa,
En el banquete de los días.

Los cadáveres
Se suspenden en los resquicios de los palacios,
Mientras las vírgenes gimen como plañideras,
Un nuevo ciclo del que el común esta advertido,
Difamando opulencias inteligibles
Mientras acarician mi frente con algo de serenidad,
Para dispararme ese poco,

Ese mucho.
De irracionalidad.
Y volver a maquinar igual.

AMOR EN VANO
(Love in Vain)

Tengo un tic,
Tac,
Tic, tac.
Ese corazón profundo,
Entre los colores de la nostalgia,
Y la cerveza extasiada,
Con un bum en la cabeza
Y esa canción.
All my love´s in vain.
All my love´s in vain.
Y ella caminando descalza,
Dando de comer un poco a las palomas,
Mientras seguía cantando con la compulsión.
Tic.
Tac.
Tic, tac.

Sonaban los arboles,
Ese domingo soleado de diez de la mañana,
Ese transito desesperado,
De los niños con sus madres,
Con sus perros,
Con sus sueños,
Fracasos,
Y algo de tranquilidad
Agonizada.
All my love´s in vain.
All my love´s in vain.
Tic.
Tac.
Tic, tac.

Levante un poco,
La mirada,
Los pies,
La voluntad,
Estaba en los techos de las casas,
Mientras la veía,
Te veía,
Me veía,
Dame un beso, dime algo,
Quiero que seas mía,
Quiero verte,
Palomas,
Descalza,
Y algo de compulsión.

FABIO ANDRÉS DELGADO MICÁN.
Para los Rolling Stones. Para ti

domingo, 28 de marzo de 2010

Yolanda Araque Osorio


Cursó estudios de Literatura en la Universidad Nacional de Colombia, donde recibió  clase con los profesores David Jiménez Panesso, Marina Kuzmina, Fabio Jurado Valencia, Luz Mary Giraldo y Harold Alvarado, entre otros.
Durante la realización de un seminario sobre Neruda, conoció al escritor y poeta colombiano Henry Luque Muñoz, con quien sostuvo una corta pero bella amistad algunos meses antes de su fallecimiento.
Una tarde de sábado, algún tiempo después de haber regresado a vivir a Bogotá, encontró en un salón de la Biblioteca Pública el Tintal un singular grupo de trabajo, por aquel entonces denominado el Café Literario, y ahora reconocido en este feliz encuentro como “La conjura de los necios”, un grupo literario conformado por distintas edades y generaciones, todas ellas reunidas bajo el entusiasmo del papel y la tinta, en suma de aquello que bordea el antiguo ejercicio de la Literatura.


Visión vespertina

De vez en cuando, es bueno detenerse
Para mirar los rostros de las gentes
Y darse cuenta.

A veces es bueno
Sacar a pasear la soledad un rato
Y entretenerla mirando las vitrinas
O sencillamente mirando hacia abajo,
Hacia donde los pasos
Gastan afanosamente el pavimento de las calles.


Aparición

Allá ibas
Como queriendo convertirte en lejanía.
La mirada inclinada
El andar poco firme
Casi apenas soportando
El persistente eco del que está
                                                “ya para siempre ausente”…

Yo, desde estos ojos que sólo
Saben estar vez tras vez perdidos
Alcancé a mirarte.
Y vi cómo volvías a aparecer,
Indescifrable incógnita,
Entre mis pensamientos.

Roberto Balbastro


Viajero ambicioso. Nació en Bogotá en 1983. A los doce años se escapó de la casa, viajó al Brasil a pie hasta llegar al atlántico para luego embarcarse como polizonte en un barco con destino a Marruecos. Luego de vagar seis años por viejas ciudades del medio oriente, que van desde Bahdad, El Cairo o Beirut, ganándose la vida como saltimbanquis, decidió dedicarse enteramente a la escritura.  En Dublín, en el año 2002, entabló amistad con el famoso poeta George  F. Machen Wilde con el cual fundó el grupo de poetas y escritores sobrenaturales llamado Water and mirage (agua y espejismo). Actualmente, luego de su regreso a Colombia, se dedica al estudio de la obra del desaparecido escritor de ciencia ficción Rene Rebetez. Es uno de los fundadores del grupo literario “La conjura de los necios” que se reúne los días sábados en el taller de Creación literaria de la Biblioteca Pública El Tintal Manuel Zapata Olivella.


EL ESTANQUE EN VACACIONES

Muerta la rana, Lauren quiso sabe qué contenía por dentro el animal. Dejó de chapotear en el viejo estanque que quedaba detrás de la finca de sus abuelos, volvió a la cocina de la abuela y vio que estaba en el corral dándole de comer a las gallinas, cogió el cuchillo con el cual la abuela partía el pan, se lo ajustó al cinto y regresó al vetusto estanque de aguas turbias donde la rana había muerto de vieja. Estuvo contemplándola por un rato sin atreverse a nada, al cabo de unos minutos se decidió a hacerlo; se agachó y con la astilla de un árbol le dio vuelta a la pálida occisa que había quedado bocabajo, sacó el cuchillo del cinto y lentamente fue haciéndole una incisión de arriba a abajo en su estomago.
 Muerta la rana, y con el estomago abierto como una flor matinal, Lauren hurgaba dentro de ella con el cuchillo de la abuela, nada de lo que veía y olía parecía inquietarla, parecía diestra en el oficio de abrir anfibios muertos de senilidad. Sacó todo lo que el animal tenía dentro dejándola como una simple bolsa vacía, le parecieron bonitos los colores de los intestinos que tenía a sus pies; de un azul opalino roseados con una pátina rojiza. Los cogió y se los pasó por la cabeza ajustándolos en su cuello como un hermoso y viscoso collar ¡Qué hermosa me veo!
 Muerta la rana, Lauren sintió pesar por ella de tan arrugada que estaba sin su relleno vital, pensó en implorar una oración por su alma pero todavía no le habían enseñado a hablar con Dios en la escuela, quiso devolver todo lo que había sacado del estomago de la rana pero no quería quedarse sin su collar. En última instancia se le ocurrió cavar una fosa para ella.
 Muerta la rana, y con la fosa ya cavada, a Lauren le pareció que no era correcto tirar  la rana a la fosa así no más, como un simple animalucho, después de todo ella, la rana, le había ayudado a entretenerse en la finca de sus abuelos. La vida en la finca de los abuelos era aburrida sin sus primos.
 Muerta la rana, Lauren pensó que era mejor prenderle fuego, no sabía por qué pero algo le decía que era lo mejor para ella. No quería dejar a la rana ahí, sola, pero tenía que ir a la cocina de la abuela por unos cerillos si quería darle cremación. Estuvo un momento pensando qué hacer. Hasta que lo supo.
 De tan muerta que estaba la rana y como si le arrojaran una sabana encima a Lauren, un ligero hedor la empezó a envolver de arriba a abajo. Llevó sus manos a los bolsillos de su pantaleta y sacó un frasquito de perfume que siempre llevaba con ella, porque era el perfume de su muñeca barbie que le habían regalado en su cumpleaños. Lo destapó y vació lo que quedaba de contenido sobre el cuerpo inerte de la rana.
 Muerta la rana ya no olía tan mal. Bañada en perfume seguía igual de muerta. Lauren regresó a la finca, se detuvo en la cocina de la abuela, arrastró una silla a un rincón y cogió una cajetilla de cerillos de la repisa. Caminaba de regreso al estanque cuando oyó la voz de la abuela que desde el gallinero la llamaba, Lauren sabía qué quería; ya era demasiado tarde para estar jugando en el estanque.
 Muerta la rana, Lauren supuso que si dejaba pasar el tiempo encontraría a la rana más muerta que desde cuando la dejó, no hizo caso de la abuela y regresó al estanque. Cuando estuvo allí de nuevo vio el cadáver a pesar de la tenue oscuridad, verdaderamente parecía una simple talega vacía.

Henry Alexander Gómez

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Bogotá (1982). Profesional en Ciencias Sociales de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas y estudiante de Maestría en Creación Literaria de la Universidad Central. Es director del Festival de Literatura “Ojo en la tinta”. Su libro Cartografía de la luz ganó el XXVI Concurso Nacional de Poesía Universidad Externado de Colombia; con el libro Georg Trakl en el ocaso fue Segundo Premio del IX Concurso Literario Bonaventuriano de Poesía; ganador del Concurso Nacional “La poesía de la vida cotidiana” - Casa de Poesía Silva.

Ha publicado los libros Memorial del árbol (2013), premiado en el IV Concurso Nacional de Poesía Obra Inédita, Diabolus in música (2014) Premio Nacional de Poesía Ciro Mendía y Teoría de la gravedad (2014), publicado en Quito, Ecuador. Sus poemas aparecen en los libros Raíces del viento (2011), en la antología Postal del oleaje: poetas nacidos en los 80. Colombia-México (2013), y en diferentes revistas de Colombia y el exterior. Hace parte del comité editorial de la Revista Latinoamericana de Poesía La Raíz Invertida (www.laraizinvertida.com).





Del libro Teoría de la gravedad (2014)



En el lomo de la vaca el viento revuelto en un sudario de espumas

Eran las mañanas y las tardes. Solía acompañar a mi abuela Ana
a llevar y traer las vacas, del establo al potrero y del potrero al establo.

Íbamos por la mitad del pueblo arreando las vacas
que eran como dedos gordos de Dios.

Yo y mis cinco años y la rama de un árbol haciendo de fusta.

El sol trepaba por las manchas azules de las vacas y en su paso torpe
un aliento desconocido empozaba la sílaba del sueño.

Las piedras, las crestas de los árboles, un puñado de maderos y sus cercas.

Verlas pastar era echar boca adentro toda la paciencia del aire,
como hundir una luna en un enredo de hierba.

Y en los ojos de las vacas un vacío de luz, un misterio lerdo que latía en cenizas
sobre el corazón lento del día.

Mis cinco años, mi abuela Ana y las moscas abriendo huecos
en las primeras sombras de la tarde.

Entonces la vaca Golondrina se fue de bruces al río.
El hechizo del agua le llegó como una soga que halaba su carne
en una cadencia sin tiempo.
Era de ver su júbilo corriendo entre las formas del torrente. Mugía y su voz era un tambor que trenzaba mi garganta. Un fósil nacido en lo más hondo de la vocal del mundo.

Corría la vaca por el río y mi abuela la seguía desde la orilla,
entre los pastos largos y mojados,
llamando desesperadamente su bovino. Cuidado de no ahogarse la vaca loca.

Mis cinco años arreando el sueño de loco de mi abuela Ana. En el lomo de la vaca el viento revuelto en un sudario de espumas.

Hará tiempo de aquello. El río arrastrando esqueletos húmedos de hojas y trastos vegetales, llevándose consigo mis cinco años y las alas invisibles de la vaca Golondrina,
en una ceremonia de bocas abiertas a los muslos de la nada. Navegaba ahora
hechizado el ocaso en una brisa de peces muertos.

Dicen que las vacas
se parecen a los sueños de los hombres tristes, no dejan de rumiar su soledad
en cualquier balcón desvencijado de la vida. En el mañana
o en el ayer, es floración la noche cerrada.

A la orilla, sobre la piedra bañada, boquea todavía la vaca Golondrina
tragando tajos de luz. Muge mientras puede.



De libro Memorial del árbol (2013)



El ángel negro de la isla de Kampa

Nadie lo vio entrar en su casa. Era una fría noche de Praga, era un poema tirado a la alacena.
Al principio, con el orgullo herido y las polillas sacudiéndole los trajes, se acostumbró a vivir con la noche colgando de su espalda.
Decidió el encierro porque los hombres sencillos mueren solos.
Con la pupila altamente dilatada, Vladimír Holan, entendió que las sombras viajan empedradas de palabras. La piedra oscura había regresado cargada de frutos.
En aquella casa había tanto ruido, tanta miga de pan en las esquinas.
Se dice que la luz de la ventana duraba encendida toda la noche, en el resplandor de la vela se diseminaba el diálogo del mundo.
La claridad no se hacía esperar. Nadie y todo había en él. La campana detenida por el lápiz, Hamlet conversando con las ruinas del espejo, la muerte escondida en las catedrales.
Pero los años no pasan en vano. En la pesada puerta crecía un caballo atado con alambres.
En el instante en que la voz del ángel deshizo los colores de las cosas, cuando la tierra de los cementerios colmó de cicatrices las estancias, pronunció estas palabras:
“Kateřina ha muerto. Hoy no ha venido nadie a preguntar. La casa ha ocultado, al fin, todos sus ruidos.”




Hay soles que caen

Un ángel juguetea en el ramaje del árbol.

Es tan grande el abismo,
y tan silencioso el techo del mundo,
que nos abraza la pesadumbre,
y bebemos aguardiente,
                                                    y lloramos,
porque no entendemos
cómo Dios juega con sus dedos de piedra
entre las hojas del álamo.




Incandescencia

Escucho,
                 palpo,
                 a cada instante,
                 la voz
                 en la pupila extranjera.
He descifrado su desvelo,
el latigazo de una música antigua
                 que desorienta los rayos del sol.

¿Puedes escribir sobre la línea del árbol?
¿Puedes envenenar el trueno
                                           que rodea
                                                           la luz del vigilante?



Georg Trakl en el ocaso

Un rostro púrpura se ciñe al abrazo calcinado de la noche.
El espíritu oscuro de los bosques, las sombras venenosas,
el grito moribundo de los guerreros otoñales,
cubren de opio el azulado cuerpo de espino.
Aletean los murciélagos alrededor del joven que sueña.
Se escucha un lamento crepuscular.
El niño Elis le besa la frente sangrante
y la hermana juega con alcoholes mortíferos,
deambulando entre los catres del centro hospitalario.
Qué luna más amarga,
cuánto silencio sobrevive en el canto último del mirlo.
Tierra negra amasa una música nocturna
y se extingue un corazón huérfano de flores amarillas.
La tumba aguarda a los ángeles caídos;
un venado azul corre en delirio a la primavera.




De libro Diabulus in música (2014)




Johnny Cash

Enterré el puente de mi guitarra en el aire, sacudí las polillas de mi sombra y cultivé el vapor de la música sobre el heno de los días, a un lado de la carretera, donde los mundos se fecundan.




Jim Morrison

Desde lo alto de la duna dejo caer una escudilla que rasga un aire extraño que acecha mi presencia. Ancianos ángeles amasan mi saliva con arena. ¿Quién acompañará mis huellas para descifrar el verdadero rostro de la luz?

Romper el cristal. No hay noche más fría. El nombre del desierto me persigue. Las puertas se derrumban.

Con el hueso roto del coyote buscaré mis años perdidos junto a un demonio que trama el antiguo imperio del cielo.




Janis Joplin

Inútil es viajar entre el olor de la ceniza, sepultar amapolas en las mandíbulas del ángel ciego.

Canción de la infancia: fumar el opio de la piel y beber la última gota de un blues de la botella más oscura de un bar de Louisiana. El pulmón amordazado mientras el gramófono suena a Bessie Smith o a Billie Holiday.

Una huella descalza la delata, la delata su sombra transparente.

Hurga una grieta en la penumbra. Descúbrete impedida para contar la multiplicidad de nubes que rodean tus dedos.

Es bello vigilar desnuda al sol cuando anochece: la orgía de su voz baja cóncava al interior de la tierra.




John Bonham

En el grito del árbol encontrarás la semilla. Mi escritura viaja al galope del viento entre los cascos del caballo. Esta tierra se adelgaza ante el trueno del agua en el pecho de un pájaro.

He dejado al granizo sin aliento.




Jon Lord

Recogí de la neblina en la mañana cada uno de los hilos que expanden las yemas de mis dedos. Hilar es mi destreza, la certidumbre de dormir en una cavidad de sonidos que arden como diluvio perpetuo.

Un flameo inmutable me sigue a todas partes: una tela de música que hoy es mi mortaja, una sonata que ordena a un tiempo la dinastía secreta de un centenar de relámpagos.

Mi corazón es la rueca, la bruma el ovillo, mi música, una calina de fuego que lo ha envuelto todo. 




Pappo Napolitano

Me reconozco en el polvo del adiós, en las piedras errantes: con un hilo de viento me hice un collar de caminos.

Dejo el diapasón de mi guitarra bañado por un rumor de flores vestidas por la lluvia. Dejo mi amada Harley Davidson con la que probé el peso de la fe y la pulsación de la muerte. Hay una canción de espejos y lumbres al final de la autopista.

Nada vale más que un viejo blues cortejando las voces aromáticas del sueño.




Ronnie Van Zant

Al amanecer, algún extraño viajero señala con el dedo un pájaro que guarda el nombre de todos los pájaros.

Su vuelo ha dibujado, en el corazón abierto del alba, cada hilo de acero con los que un niño ovilla el paraíso de mis alas.




Ian Curtis

Hoy tengo la mirada hecha de tierra para arrojar un puñado al vacío, el espíritu de papel para prenderle fuego y hacer con las cenizas música para sujetar mi destino. 

Vengo de abrir una hendidura donde la luz se reconcilia con la muerte, de atar mi cuerpo hueso por hueso a la llama de mi voz, como la danza de Caín en la sonrisa oscura del miedo.

Hoy tengo la boca en la mitad del pecho con una paloma agrietada en la garganta. 


El aire está roto en pedazos.