El Festival de Narrativa y Poesía, Ojo en la tinta, es un evento literario independiente que se realiza en la ciudad de Bogotá, Colombia, desde el año 2009. Este busca encontrar y difundir nuevas voces en la literatura colombiana y latinoamericana. El festival es organizado por el Colectivo Literario La Raíz Invertida.

lunes, 13 de febrero de 2012

Diego Valbuena



Estudiante de Licenciatura en Lengua Castellana de la Universidad Distrital (Bogotá). Ha publicado cuentos en las revistas Rilttaura (Universidad Nacional), Movimiento (Universidad Santo Tomás) y la revista digital El puñal (Chile). Textos publicados en la antología de cuento urbano Cenizas en el andén (Bogotá, 2009); y Letras capitales: Talleres literarios "Ciudad de Bogotá" (Bogotá, Común Presencia Editores: 2010). Integrante de la Revista Gavia (Universidad Distrital), y La Ventana: Soluciones imaginarias (Universidad Nacional).


DISLOCACIONES TEMPORALES

Supongamos:

Hoy usted decide salir de su casa (y no tenía que hacerlo)
Tome el camino hacia la derecha (realmente debía salir hacia el frente)
Camine 20 cuadras (nunca camina más de cinco)
Entre a una tienda y compre unos cigarrillos (así no se los vaya a fumar)
Pague y no reclame el cambio (así le insistan, cosa que no creo que pase)
Baje la mirada y camine sin detenerse durante 30 minutos (evitando el contacto visual con la gente)
Tome un bus (evitando la reflexión de la ruta, la dirección, el paradero)
No se siente (así haya sillas vacías)
Espere la mayor cantidad de tiempo (así no reconozca el lugar)
Bájese (así sienta pánico)
Camine hasta una esquina y quédese ahí (si quiere de pie, o se puede sentar en el andén)
Encienda un cigarrillo (así no fume)
Observe las personas que pasan a su lado (reparando en su forma de caminar y de mirar)
Piense si se parece a alguna de las personas que ha visto (en los gestos, el tono de voz, la manera de llevar la ropa)
Tome nota (escrita o mental)
Arroje la colilla (se puede estar quemando los dedos)
Considere lo que usted no quiere ser/hacer de lo que ha visto en las personas que han pasado frente a usted (así sean cosas que usted jamás haya hecho/sido)
Ubíquese (si tiene buen razonamiento espacial)
Comience a caminar hacia el primer lugar conocido que recuerde desde donde está (espero que conozca su ciudad)

Elija
Tomar camino hasta su hogar a pie
Tomar un bus
Tomar taxi
Quedarse ahí curioseando más personas para ampliar su reflexión
Preguntarse
Si seguir estas instrucciones es algo sensato
O atrevido
O estúpido
Si puede suceder como azar
O como determinación
O por sugestión

Resuelva
Si leer lo que ha leído le causa curiosidad
O tedio
Si en su vida sus acciones son azarosas
O tienen toda su atención al punto de hacer consciente cada uno de sus pasos
Desde la puerta de su hogar
Hasta el momento en que regresa a él

Considere
Si el tiempo que invierte en su vida
Lo mide
O si usted es medido por el tiempo
Si arrojarse al azar y a la ausencia de tiempo
Le emociona
Le tensiona
Le es indiferente
Le parece ridículo

Ahora bien:
¿Y si se abandona cuando conteste al teléfono (fijo o celular)?
¿Y si deja que sus conversaciones virtuales tomen derroteros no pensados?
¿Y si por un instante
sólo uno
(no es necesario más)
deja de pensar?



USB

Venga, présteme su memoria.
Mi memoria, mi memoria... Comienzo siempre buscando en mis bolsillos, luego en mi maleta, luego me rasco la cabeza y digo: ¿dónde la habré dejado?
Trato de recordar si extraje algún archivo antes de salir de mi casa, o cuando entré al café internet de la esquina, o si tal vez comencé a jugar con ella mientras intentaba recordar lo que había hecho apenas ayer. Porque hay días en que no recuerdo lo del día anterior, ni lo que hago, ni lo que digo ni mucho menos lo que me dicen. Y por ahí va la cosa. Los que me conocen se enfadan cuando me dicen: "¿se acuerda que ayer lo hablamos?" o "sí, eso fue conmigo". Hay días en que despierto y no recuerdo qué día es. Mientras desayuno no recuerdo qué debo hacer, mientras me baño no recuerdo a dónde debo ir. Pero sí puedo recordar ciertos datos que tengo refundidos en mi cabeza: el desierto más árido, el de Atacama; la capital de Finlandia, Helsinki;  el volumen de una esfera, cuatro pi ere al cubo sobre tres; la primera película de George Clooney, el regreso de los tomates asesinos. Nunca recuerdo el cumpleaños de mis amigos, el nombre de quien conozco recientemente ni la primera vez que dije mentiras. ¿Será que estoy mintiendo ahora? 
Por fin, encuentro mi memoria en uno de los bolsillos de la chaqueta (y no recuerdo cómo llegó hasta allá). He corrido con suerte esta vez, pero estoy seguro que llegará el día en que la pierda definitivamente. Recientemente he deseado tener instalado, detrás de una  de las orejas, un puerto USB para tener a la mano mi memoria y estar seguro de saber dónde la llevo puesta. Pero, ¿y si lo olvido?


1 comentarios:

Gako dijo...

Asi me siento casi siempre como en usb no se ni donde me ubico

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